26 de noviembre de 2013

La inteligencia que necesitamos


Educar las emociones es una prioridad que debemos incorporar a nuestro sistema de enseñanza

La educación de las emociones no es un lujo. Es una necesidad imperiosa que tenemos que afrontar desde las primeras etapas del sistema educativo. Si hacemos ahora esa apuesta en nuestro país, habrá más posibilidades de que los ciudadanos sean personas sanas y equilibradas, menos agresivas y más solidarias, con iniciativa, creatividad y liderazgo. En definitiva, necesitamos una escuela más abierta que potencie la inteligencia emocional, social y creativa con el humilde, y a la vez tan humano, propósito de aprender a convivir y ser felices.

16 de noviembre de 2013

Finlandia no piensa en PISA


Desde el síndrome Pisa que afecta a muchas administraciones e instituciones educativas, me gustaría escenificar su vaciedad y, en el límite, su contradicción entre lo que proclaman y lo que hacen. Tomo el ejemplo más mediático, Finlandia, como muestra. A partir del mismo, desarrollo una serie de argumentos que invitan a la reflexión, más allá de tanto ruido y nervios que se empieza a vislumbrar en cierta clase política: en Diciembre de 2013 se publicarán los resultados del último informe. Un detalle: siempre me ha resultado extraño la persistencia del error. Pero no podemos dejar que nos arrastre: la educación merece una mejor dirección en todo su organigrama, frente a tanta endogamia partidista. Hay excepciones, pero son sólo eso: excepciones. Bastan tres argumentos:
  • Finlandia no piensa en Pisa, piensa y lleva a cabo una personalización de la educación desde su primera etapa educativa.
  • Finlandia no piensa en Pisa, piensa en tener a los mejores maestros y profesores posibles en su sistema educativo.
  • Finlandia no piensa en Pisa, piensa en crear una atmósfera motivadora de aprendizaje en sus aulas.
Cuando a su alrededor escuchen el síndrome Pisa, pueden creerlo y unirse al partidismo de turno. Quien construye un discurso y utiliza una retórica vacía, se define a sí mismo. Cada lector que ponga nombre y apellidos a lo que decimos. Pero a nosotros ya no nos engañan: lo que dicen y lo que hacen es contradictorio. O el cambio se inicia, o todos ellos irán siendo desacreditados poco a poco, más aún de lo que están. O las administraciones inician un cambio inteligente, o no tendrán fuerza para iniciar un reformismo necesario. Sólo podemos exigir excelencia desde la ejemplaridad, el inmovilismo de las mismas hace que todo posible cambio que inicien, no sea creíble y asumido por la comunidad educativa. Somos realistas: hay muchas cosas que se pueden hacer, pero no vale cualquier cambio, o cualquier discurso. Ahora llegan sus urgencias y todo se llenará con ese nombre mágico. La legitimidad en ejercicio se gana con el trabajo bien hecho. Recuérdenselo si se los encuentran: Finlandia no piensa en Pisa.

¿Para qué los profesores?


El profesor solo es una coartada para los políticos insensibles a la situación real de los sistemas educativos (Santiago Molina).


Erasmo (de Rotterdam) y la escuela (de todos)


La escuela debe ser inclusiva, universal, laica y diversa. Así se forja una sociedad con posibilidades distintas al productivismo y la subsistencia, y se siembra para cuidar esa excelencia que jamás fluye sin una cuna de escuela para todos por igual (Fernando Rivarés).

2 de noviembre de 2013

La escuela española y las teorías del desastre


La utilización política de los informes internacionales embarra el debate educativo

“Las estadísticas, si las torturas bien, acabarán diciéndote lo que les pidas”, decía hace años en privado un analista educativo de un organismo internacional. La utilización política de los informes internacionales sobre educación ha corrido paralela a su aumento y popularidad. De hecho, los monumentales trabajos de la OCDE con el informe PISA (que mide las competencias básicas de los chicos de 15 años de más de 60 países del mundo) o el recién publicado PIAAC (hace lo mismo con adultos de 16 a 65 años) se presentan como herramientas para que los Gobiernos tomen decisiones informadas en una materia tan delicada y crucial. Y aportan, es innegable, una ingente cantidad de información valiosa. El problema llega cuando asoma una utilización política que toma los resultados que conviene y cuando conviene y, además, los especialistas empiezan a señalar en direcciones contrarias usando como base los mismos datos.

Elevar la calidad de la educación


El director del programa PISA revisa el resultado de España y sugiere soluciones

Encontrar la manera de que España alcance el nivel de los sistemas más avanzados no será fácil, pero la encuesta de competencias proporciona una base firme para construir políticas sólidas, desmonta las excusas de aquellos que son complacientes y permite a los países establecer metas significativas teniendo como referencia las de los modelos más importantes del mundo.

Informe PIAAC


José Saturnino Martínez, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, analiza los datos del informe PIAAC con una mirada positiva: "Con los datos en la mano, ya podemos desmentir el discurso de que el nivel educativo de los españoles ha ido a peor", asegura. La población de entre 55 y 65 años obtiene 226 puntos, mientras que los de 16 a 34 alcanzan los 263. Son 37 puntos de diferencia, el salto cualitativo más alto de toda la OCDE.